Dormir y no poder abrazarte.
Ni darte besos furtivos entre desvelo y desvelo.
Que estés lejos , cuando te has metido en mis entrañas.
Cuando pienso en ti, dos de cada tres segundos.
Me hace llegar a la conclusión :
Quiero despertarme el resto de los días contigo
y que mil besos tuyos sean mi despertador.