No me ha dado tiempo a aprenderme los lunares de tu cuerpo,
pero si a grabar en mi retina tu sonrisa.
No me ha dado tiempo a descubrir tus cicatrices más profundas,
pero si a reconocer tú perfume en cualquiera.
También conozco tus abrazos en la cama y tus besos en mis hombros me derriten.
Sin embargo, no conozco ni tus fobias, ni manías.
Conozco un fragmento de tu historia, y tú un pedazo de la mía