viernes, 5 de junio de 2009

(35) La mitad de mi vida.

No puedo enfrentarme a ti, a los años de tu ausencia y a tu gran indiferencia.
Evidentemente no te he perdonado.
No puedo acercarme ahora a ti, aunque sé que por desgracia pueden ser los últimos momentos que se me permita hacerlo.
No puedo después de tantos años, ver tu desfigurada imagen, debe ser que prefiero imaginarte fuerte, arrogante, cabezota ( bueno esto último lo serás siempre) para así no sentirme tan culpable.
Debería ir a verte, lo sé. Pero no estoy preparada para perdonarte. Han habido muchas cosas, muchas lágrimas de odio por tu gran indiferencia, por tu abandono. Porque la persona que supuestamente me debía querer más que nadie en el mundo, la persona que debía ser modelo me había abandonado y a su paso solo había dejado una camino de mentiras. Al principio no entendía nada, era demasiado pequeña... Pero conforme fui entendido, menos entendía nada.
Pero te quiero, es biología supongo. Ahora mismo mi vida se divide por la mitad, ente los momentos que pase contigo y los momentos de soledad. Era demasiado pequeña y por ello la soledad te toma ventaja. Pero tengo mil cosas que agradecerte y todavía recuerdo momentos maravillosos. No puedo evitar que mi corazón se comprima al acordarme de la admiración que sentía al verte frente al piano, mientas nos enseñabas el amor por la música; gracias por ello.
De tus excursiones, siempre con ese afán aventurero que nos trasmitiste; gracias también.

Joder que bien sienta escribir...

3 comentarios:

Anarresti dijo...

Quizás solo es que nuestras expectativas eran demasiado grandes, demasiado altas.

Me alegra que lo escribieras.

:)

Nachete dijo...

Vaya. Profundo.

Nairyne dijo...

jajaja joder k tienes razon, escribir da vida jajaja