domingo, 9 de agosto de 2009

(48)

La noche en el sillón se sucedía, con una copa de oporto en una mano y con la otra aquellos puritos habanos. Luis era un hombre excéntrico, algo anticuado a la época que le había tocado vivir, algo borde y antisocial.
No era la mejor compañía para una noche de invierno... ¿o quizás si ?


Su retina captaba formas y colores, pero su mente aquella noche no estaba en aquella habitación. Estaba a un par de manzanas. Hoy había amado por primera vez en toda su vida y ya la había perdido.

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