lunes, 5 de abril de 2010

(70)

Vivimos en un instante,
el momento permitido.
Saboreamos rápidamente,
los placeres aún prohibidos.

Quisiste seducirme,
con tus ojos de niña gata.
Pero la inseguridad dejó mi boca callada.

Arrepentida estoy de aquel momento,
y sueño con otro encuentro.

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