Déjame entrar en tus sueños
Pues tú ya tienes un hueco en los míos.
Déjame abrazarte en la noche,
pues mi piel extraña tu roce.
Déjame sentirte despacio,
bajo mis sabanas de seda.
Déjame amarte por siempre;
pues mi corazón habita en el tuyo.
1 comentario:
Es lo que tiene escribir poesía, que al final te acaba enganchando.
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