sábado, 4 de noviembre de 2017

(257)

Ella podría enamorar a cualquiera
Pero me ha elegido a mí cómo víctima de todos sus encantos, como dueño de cada uno de sus besos y gemidos. 
Me ha elegido para ser su confidente y para aguantar su mal humor por las mañanas. 
Por eso, soy el hombre más afortunado del mundo.

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