Estoy absorta en esta vorágine de
sensaciones.
Pues todavía puedo sentir el calor de tu
piel
Y la fuerza de tus manos
Anoche me entregué a ti
Como hace tiempo que no hacia
Con tal intensidad que despertamos al
Sol.
Te entregué una parte de mí,
No sé muy bien porque, pero lo hice...
Quizás fue tu mirada,
Esa mirada... que desde el primer
instante me retuvo.
Dulce, lasciva y dominante
Con ella me poseíste,
Con ella me estremeciste.
Me penetraste con ella... en el alma y
el cuerpo.
Y bajo el hechizo de ella estaré hasta
que bajo sonrisas y miradas, volvamos a despertar al Sol.
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