miércoles, 7 de diciembre de 2011

(172)

Cuando creemos no tener nada que ofrecer
Cuando hemos caído en un túnel de negativismo y desesperación
Cuando dejamos pasar las oportunidades porque  no  creemos en nuestras propias posibilidades. 
Cuando miramos la vida como un vaso medio vació...

Cuando una sonrisa no nos parece una sonrisa, sino solo una copia barata de un conducta social aprobada. 
Cuando creemos que los besos están vacíos de sentimientos y  no podemos sentir la pasión de nuestro amante: en sus besos, en sus manos y en el vibrar de los poros de su piel. 

En esos momentos tenemos que replantear la percepción de nuestra vida y  nuestras emociones. Tenemos que desnudar el alma, tenemos que abrir la piel y no cerrarla como método de seguridad. Tenemos que descubrir cosas nuevas, tenemos que conocer nuevas personas , para  que nos aporten una visión diferente a nuestra propia realidad.

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