Lo que más duele son esas pequeñas cosas.
Los pequeños gestos, las miradas que sólo tú y yo teníamos.
El saber que ya no utilizaré nunca más ese mote cariñoso, ridículo y vergonzoso que teníamos.
Todo eso se ha perdido.
Años de recuerdos, de gestos y de complicidad...
¿Todo ello en que lugar se coloca para que no duela?
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